Turrillas Sinfónico es la carta de presentación de una nueva agrupación musical, Sinfonía Navarra, dirigida por el olitense Javier Echarri e integrada por más de veinte instrumentistas de cuerda, viento y percusión. Su objetivo principal es interpretar la música de compositores navarros de cualquier época.
En este primer proyecto se rinde homenaje a la figura del maestro Turrillas, quien ha hecho cantar y bailar a generaciones de navarros y se ha convertido en la banda sonora de la música popular navarra y de los Sanfermines. Por primera vez, se escucharán sus obras en formato sinfónico, adaptada por compositores que conocen muy bien su música como los navarros Jesús Garisoain, subdirector de La Pamplonesa, Eneko Azparren y Mikel Abete. Un espectáculo sorprendente, fresco, divertido, emocionante, en el que participa la Coral de Olite, con 38 años de experiencia, junto a dantzaris, gigantes y alguna otra sorpresa. Ellos acompañan a la orquesta durante un repertorio basado en música de San Fermín, jotas, auroras y música de baile que el propio maestro compuso para fomentar la diversión y el ocio en las difíciles décadas Navarras de los años ‘40,’50 y ‘60. Todo ello unido a la proyección de audiovisuales de temática festiva navarra y una exposición fotográfica y de elementos cedidos por la propia familia Turrillas. Y con la presencia en el escenario de un maestro de ceremonias, Luis M.ª San Martín, que conduce al público en tono relajado por las emociones de la música del maestro. Se recordarán sus anécdotas, su personalidad y la de la Navarra de entonces, la entonación y el sentido del humor de sus letras sanfermineras, así como todas las claves necesarias para disfrutar y emocionarse con la música que se va a escuchar. Un repertorio que incluye obras tan nuestras y conocidas como Pamplona Feria del Toro, Navarra Canta, Alegría Sanferminera, Viva Pamplona, A mi tierra vasca, Himno de Osasuna, Música de las peñas sanfermineras, Clarín de Fiestas, Pamplona Perla del Norte…y muchas más. Música y músicos de la tierra en un momento en el que se necesita la alegría que el maestro de Barasoain nos dejó como su legado, con una sonoridad nueva que a él le hubiera encantado conocer.